Marta Tortajada

El lunes pasado, María y David se fueron a pasear a su perro Fum por el bosque.
Mientras paseaban, Fum vio a un gatito y se puso a ladrar.
El gatito estaba furioso y empezó a maullar.
Los niños ataron a Fum en el árbol y David le mandó callar.
María y David se acercaron al gatito y lo acariciaron.
María cogió al gatito en brazos y otra vez Fum empezó a ladrar.
El gato trepó al árbol. María y David se asustaron.
Fum se soltó del árbol, el gatito estaba en una rama. David subió al árbol, rescató al gatito y se lo llevaron a casa.

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